ciertamente los seres humanos desde que nacen tienen un proyecto de vida que dia a dia vamos planeando y desarrollando y nos damos cuenta de que es la vida y y como es y nos encontramos con diferentes cosas aveces tropezamos pero nos levantamos y seguimos adelante sin importar nada sino nuestro propio proyecto de vida tambien tenemos tristezas alegrias etc. nosotros mismos dia tras disa vamos desarrolando nuestro proyecto de vida a lo largo del tiempo nos damos cuenta de que vale la pena ezforzarse por nuestros propios objetivos por que la vida es una sola y hay que saberla vivir.Armar un proyecto de vida no resulta tan simple como parece, hay que definir y ordenar objetivos, prioridades,valores y creencias. a veces puedes llegar a tener bien clarto que es lo que quieres pero eres incapaz de encontar el camino o te sients perdido. ademas si tomas conciencia que estas de paso en este mundo te daras cuenta de que la felicidad no pasa por los logros materiales. solo la espiritualidad trasciende mas alla de tu muerte fisica y sera el unico motor capaz de impulsarte en este proyecto dandole un profundo sentido a cada uno de los dias de tu vida.
La vida de todo hombre precisa de un norte, de un itinerario, de un argumento.La vida no puede limitarse a una simple sucesión fragmentaria de días sin dirección y sin sentido. El hombre necesita saber para qué vive. Ha de procurar conocerse cada vez mejor a sí mismo y así encontrar sentido a su vida, proponerse proyectos y metas a las que se siente llamado y que llenarán de contenido su existencia.
Toda persona tiene su propia misión
o vocación específica en la vida.
Y en esa misión no puede
ser reemplazada por nadie,
ni su vida puede repetirse.
o vocación específica en la vida.
Y en esa misión no puede
ser reemplazada por nadie,
ni su vida puede repetirse.
Para que la vida tenga sentido y merezca la pena ser vivida, es preciso esforzarse por ir eliminando en nosotros los detalles de contradicción o de ncoherencia que vayamos detectando, esos obstáculos que nos descaminan del itinerario que nos hemos trazado. Porque si nos falta coherencia, o si con demasiada frecuencia nos proponemos una cosa y luego hacemos otra, es fácil que estén fallando las pautas que conducen nuestra vida.
–A todos nos gustaría hacer todo lo que nos proponemos, pero luego viene la realidad de la vida, con su rebaja...
Es verdad que nadie logra todo lo que se propone, y que a veces la vida parece tan agitada que no nos da tiempo a pensar qué queremos realmente, o por qué lo queremos, o cómo podemos conseguirlo. Pero hay que pararse a pensar, sin achacar a la complejidad de la vida -como si fuéramos sus víctimas impotentes- lo que muchas veces no es más que una turbia complicidad con la debilidad que hay en nosotros. Somos cada uno de nosotros los más interesados en averiguar cuál es el grado de complicidad con todo lo inauténtico que hay en nuestra vida. Si apreciamos en nosotros mismos una cierta inconstancia vital, como si anduviéramos por la vida un poco desnortados, sin terminar de tomar las riendas de nuestra existencia, parece claro que esa actitud está comprometiendo seriamente nuestro acierto en el vivir.
Es verdad que las cosas no siempre son sencillas, y que en ocasiones resulta realmente difícil mantenerse fiel al propio proyecto, pues surgen dificultades serias, y el desánimo se hace presente con toda su paralizante fuerza. Pero hay que mantener la confianza en uno mismo, no decir «no puedo», porque no suele ser verdad, porque casi siempre se puede. Además, la dispersión, el excesivo activismo, la frivolidad, la renuncia a aquello que vimos con claridad que debíamos hacer, todo eso, tarde o temprano, puede terminar arruinando nuestra vida. Por ejemplo, muchas personas consumen su existencia luchando por ganar más dinero, o por gozar de una mayor fama o reconocimiento, o por disfrutar de más poder, y al cabo de unos años descubren que su ansiedad por alcanzar esas metas les ha privado de cosas que importaban realmente mucho más, y que ahora, lamentablemente, han quedado ya fuera de sus posibilidades. Es la trampa del exceso de actividad, del dejarse absorber por el ajetreo y el torbellino de la vida. Es -como apunta Stephen Covey- el afán de trabajar cada vez más, para trepar más rápido por la escalera del éxito, para descubrir al final que… la escalera estaba apoyada en una pared equivocada...
¿ como elaboro mi proyecto de vida?
* ¿ que metas tengo para mi futuro?
*¿para que estoy aqui?
*¿que propositos tiene mi vida?
*¿que voy a hacer con mi vida?
*¿cual es el proyecto de mi vida?
*¿cual sera mi futuro?
QUE TENGAS UN DIA MARAVILLOSO (:
Es verdad que las cosas no siempre son sencillas, y que en ocasiones resulta realmente difícil mantenerse fiel al propio proyecto, pues surgen dificultades serias, y el desánimo se hace presente con toda su paralizante fuerza. Pero hay que mantener la confianza en uno mismo, no decir «no puedo», porque no suele ser verdad, porque casi siempre se puede. Además, la dispersión, el excesivo activismo, la frivolidad, la renuncia a aquello que vimos con claridad que debíamos hacer, todo eso, tarde o temprano, puede terminar arruinando nuestra vida. Por ejemplo, muchas personas consumen su existencia luchando por ganar más dinero, o por gozar de una mayor fama o reconocimiento, o por disfrutar de más poder, y al cabo de unos años descubren que su ansiedad por alcanzar esas metas les ha privado de cosas que importaban realmente mucho más, y que ahora, lamentablemente, han quedado ya fuera de sus posibilidades. Es la trampa del exceso de actividad, del dejarse absorber por el ajetreo y el torbellino de la vida. Es -como apunta Stephen Covey- el afán de trabajar cada vez más, para trepar más rápido por la escalera del éxito, para descubrir al final que… la escalera estaba apoyada en una pared equivocada...
¿ como elaboro mi proyecto de vida?
* ¿ que metas tengo para mi futuro?
*¿para que estoy aqui?
*¿que propositos tiene mi vida?
*¿que voy a hacer con mi vida?
*¿cual es el proyecto de mi vida?
*¿cual sera mi futuro?
QUE TENGAS UN DIA MARAVILLOSO (: